Sexo y género en la donación de riñón: visiones desde las profesionales de la consulta de trasplante renal

Laura Rota-Musoll1, Serena Brigidi2, Esmeralda Molina-Robles1, Ester Oriol-Vila1, Mercé Homs-del Valle1, Mireia Subirana-Casacuberta3

1 Servicio de Nefrología. Hospital Universitario de Vic. Vic. España
2 Departamento de Antropología. Filosofía y Trabajo social de la Universidad Rovira i Virgili (URV). Tarragona. España
3 Departamento de Dirección de Enfermería. Corporación Sanitaria Parc Taulí. Sabadell. España

https://doi.org/10.37551/S2254-28842021032

Como citar este artículo:
Rota-Musoll L, Brigidi S, Molina-Robles E, Oriol-Vila E, Homs-del Valle M, Subirana-Casacuberta M.
Sexo y género en la donación de riñón: visiones desde las profesionales de la consulta de trasplante renal.
Enferm Nefrol. 2021 Oct-Dic;24(4):365-77

Resumen

Introducción: En el trasplante renal de donante vivo son las mujeres las que donan con más frecuencia. Las profesionales de nefrología tienen un papel muy importante en la información sobre los tratamientos de sustitución renal y la ayuda en la toma de decisiones.

Objetivo: Explorar cómo influye la perspectiva de género en el trasplante renal de donante vivo desde la visión de las profesionales de nefrología.

Metodología: Estudio cualitativo fenomenológico. Participaron 13 profesionales de las Unidades de Nefrología y Trasplante Renal de Catalunya. Se realizaron entrevistas semiestructuradas y se analizaron a través de un análisis temático.

Resultados: Las opiniones y percepciones de las profesionales de nefrología se clasificaron a través de los siguientes temas: 1) manera de informar sobre los tratamientos; 2) donación habitual; 3) predisposición para donar y 4) actitud de la persona donante. Las mujeres se muestran más predispuestas a donar debido a los mandatos de género, además de las desigualdades en el mercado laboral. Cabe destacar que, la forma en la toma de decisión es igual para hombres y mujeres. Así mismo, las mujeres se muestran más preparadas psicológicamente y se recuperan más rápido del postoperatorio.

Conclusiones: La feminización en la donación de riñón es la suma de factores médicos, socioculturales y económicos. Los roles de género influyen en las mujeres en sus actitudes y comportamientos a lo largo de todo el proceso de trasplante renal de vivo. Las profesionales de nefrología entrevistadas describen las diferencias entre hombres y mujeres en la donación de riñón.

PALABRAS CLAVE: investigación cualitativa; personal de salud; perspectiva de género; trasplante de riñón.

Correspondencia:
Serena Brigidi
E–mail: serena.brigidi@gmail.com

Sex and gender in kidney donation: views from the clinic

Abstract

Introduction: In living donor kidney transplantation, women are the most frequent donors. Nephrology professionals play a very important role in informing about renal replacement treatments and assisting in decision-making.

Objective: To explore how gender perspective influences living donor renal transplantation from the views of nephrology professionals.

Methodology: A qualitative phenomenological study was carried out. Thirteen professionals from the Nephrology and Renal Transplant Units in Catalonia participated in this study. Semi-structured interviews were conducted and analysed using a thematic analysis.

Results: The opinions and perceptions of female nephrology professionals were classified according to the following topics: 1) way of informing about treatments; 2) habitual donation; 3) predisposition to donate and 4) attitude of the donor. Women are more likely to donate due to gender mandates, as well as to inequalities in the labour market. It should be noted that the decision-making process is the same for men and women, that women are better psychologically prepared and recover more quickly from the postoperative period.

Conclusions: Feminization in kidney donation is the sum of medical, socio-cultural and economic factors. Gender roles influence women’s attitudes and behaviours throughout the living kidney transplantation process. The female nephrology professionals interviewed describe the differences between men and women in kidney donation.

KEYWORDS: qualitative research; health personnel; gender perspective; renal transplantation.

Introducción

El trasplante renal (TR) es actualmente la mejor opción terapéutica para las personas con enfermedad renal crónica (ERC) ya que se asocia a una menor mortalidad y una mayor calidad de vida que las otras modalidades de tratamiento1. El tiempo de permanencia en diálisis constituye un factor de mal pronóstico en la supervivencia del injerto y de la persona con enfermedad renal. Por esta razón es preferible realizar un trasplante renal anticipado2 (en inglés preemptive). En España durante el 2019 solamente el 5,5% de las personas que requerían terapia sustitutiva renal (TSR) lo realizaron a través de un TR anticipado3.

Siempre que sea posible, el trasplante renal de donante vivo (TRV) será el tratamiento de elección por los buenos resultados en salud para la persona receptora1. A nivel global, en 2019, el 37% de los TR en todo el mundo fueron de donante vivo4. La elección de esta modalidad tiene mucho que ver con la información y la comunicación entre las profesionales de nefrología y la persona con enfermedad renal. No indicar el TRV como opción terapéutica para la enfermedad renal crónica avanzada es una limitación importante para la autonomía y la salud de la persona con ERC5. De hecho, las profesionales de nefrología son una fuente importante de información sobre la ERC y los diferentes TSR desde los inicios de la enfermedad. Su apoyo es crucial para el proceso de ayuda a la decisión, por parte de la persona enferma y para la promoción del TR de vivo6. En ocasiones, las personas no reciben la información adecuada sobre las posibles opciones de tratamiento antes de iniciarlo7. En un estudio de Estados Unidos, las mujeres hablaron menos que los hombres, con las profesionales sanitarias del trasplante renal como opción terapéutica8. Una encuesta española9 a 330 personas con TSR, constató que el 20% de ellas les había faltado información y tiempo en la toma de decisión previa al inicio del tratamiento.

Cabe mencionar que existen diferencias entre hombres y mujeres en prevalencia10 y tasa de progresión11 de la enfermedad renal. Se constata también que las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de recibir un trasplante renal de cadáver11. En algunos casos, aparecen menos en las listas de espera de donante cadáver o el tiempo para ser incluidas en estas es más largo12. En efecto, se ha observado que no siempre las profesionales son conscientes de estas desigualdades en el TR13.

En el trasplante renal de vivo, la disparidad entre sexos es muy clara: las mujeres tienen más probabilidad de donar riñones que de recibirlos14,15. Los datos mundiales oficiales describen que 6 de cada 10 donantes de riñón son mujeres16. España, confirma esta proporción. En 2019 el 64,7% de las personas donantes renales fueron mujeres, en cambio, sólo el 33,7% de ellas fueron receptoras de un riñón.

La donación de riñón tiene género, aunque no hay evidencia concluyente de cuáles son las razones por las que las mujeres donan más y reciben menos riñones15. Las explicaciones más habituales destacan las diferencias médicas en las que los hombres tienen más enfermedad renal que requiere un trasplante y más arteriosclerosis que les hace inadecuados como donantes17. Asimismo, algunos estudios que han analizado los motivos de la disparidad de género en el trasplante de vivo, muestran que los factores socioeconómicos juegan un papel importante18,19. La donación de riñón comporta pérdidas económicas en diversos niveles según las condiciones de cobertura sanitaria de cada país20. Algunos estudios han aportado que diferente nivel de ingresos y situación de ocupación entre hombres y mujeres puede influir en esta disparidad15, en detrimento de las mujeres21. Otros, destacan que las mujeres pueden ser conducidas a la donación debido a los discursos ideológicos que consideran los hombres los principales proveedores de recursos materiales de la familia22. En el contexto social donde se desarrollan estas investigaciones el sistema de género, como estructurador de las sociedades basado en relaciones de privilegio y poder, evoca a las mujeres a un acceso desigual a los recursos económicos, sociales y simbólicos23.

Se ha observado como en la literatura científica los términos sexo y género se han confundido o tratados como sinónimos24. Habitualmente los estudios españoles muestran diferencias de sexo en el trasplante renal de vivo y no tanto desde el análisis de la construcción social del género. Resulta necesario incluir las categorías sexo y género en las investigaciones para comprender como ellas afectan a la salud de hombres y mujeres y pueden orientar la práctica y el abordaje asistencial25.

A raíz de lo expuesto, el objetivo de nuestro estudio fue explorar cómo influye la perspectiva de género en el trasplante renal de donante vivo desde la visión de las profesionales de nefrología.

Material y Método

Se realizó un estudio cualitativo basado en el método fenomenológico hermenéutico siguiendo los postulados de Heiddeger. Este enfoque interpretativo hizo posible comprender las narrativas de las profesionales de nefrología respecto al proceso de donación de riñón en hombres y en mujeres.

Las personas participantes en el estudio eran profesionales de nefrología de las unidades de trasplante renal (UTR) y centros de Nefrología. Los criterios de inclusión fueron profesionales que atendían en sus consultas a personas que estaban en programa de trasplante de donante vivo en Catalunya. Se llevó a cabo el estudio de febrero a diciembre de 2020. Se utilizó un muestreo intencional hasta llegar a la saturación de los datos. Participaron un total de 13 profesionales (de las seis UTR y de un centro de nefrología de Cataluña), de los cuales, 8 nefrólogos/as, 4 enfermeros/as y 1 psicóloga. Sus características se muestran en la tabla 1.

Los datos se obtuvieron a través de entrevistas semiestructuradas. El guión de la entrevista surgió de una revisión de la literatura relacionada con el propósito del estudio, así como del trabajo realizado con compañeras profesionales en trasplante de riñón. Las entrevistas las realizó la investigadora principal en los puestos de trabajo de las profesionales o en su domicilio (un solo caso). Las 6 primeras fueron presenciales y el resto virtuales. La pandemia provocada por la Covid-19 afectó el transcurso de la investigación, tanto en la posibilidad de concertar las citas para las entrevistas como por el tipo de formato (presencial o virtual) en el que se desarrollaban las entrevistas.

La duración media de las entrevistas fue de 36 minutos (entre 19 minutos y 50 minutos). Estas fueron grabadas y se recogieron notas de campo de cada entrevista que se recuperaron en la fase de análisis de datos. La grabación de la entrevista fue retornada a las personas participantes para poder ser comentadas. La saturación de los datos se consiguió a las 13 entrevistas.

Se realizó un análisis temático26 con el propósito de comprender los significados producidos en los relatos de las profesionales de nefrología que atienden a personas donantes y receptoras renales. En primer lugar, se escucharon varias veces los audios de las entrevistas. Al mismo tiempo, se realizaron anotaciones escritas. Seguidamente se procedió a generar códigos iniciales y a agruparlos en temas y subtemas emergentes de forma inductiva (ver tabla 2). Se reunieron todos los datos relevantes para cada tema y se comprobó el vínculo de estos con los objetivos de la investigación. La siguiente fase en el proceso de análisis fue verificar y contrastar los hallazgos volviendo al texto original y reelaborando los temas si era necesario. El análisis de datos se revisó por dos miembros del equipo. Para mantener el máximo de rigor posible la investigadora principal llevó a cabo un proceso reflexivo consciente para identificar presupuestos y el posible impacto de su subjetividad desde las primeras preguntas de investigación a las reflexiones entorno la interpretación de los datos.

Las personas participantes recibieron información verbal y escrita sobre la investigadora principal y los objetivos del estudio y fueron informadas que su participación era voluntaria y que la confidencialidad de los datos estaba garantizada. Todas las personas participantes en el estudio firmaron el consentimiento por escrito.

Resultados

Mediante el análisis temático identificamos 4 temas: 1) manera de informar sobre los tratamientos; 2) donación habitual; 3) predisposición para donar y 4) actitud de la persona donante.

TEMA 1: Manera de informar sobre los tratamientos
La información sobre las diferentes opciones de tratamiento sustitutivo renal y la manera de informar de las profesionales de nefrología no depende del sexo en que se define la persona enferma o la persona donante que acude a la consulta de nefrología.

Según las opiniones del personal sanitario el trasplante renal (TR) como opción terapéutica se debe plantear desde el inicio, es decir desde el momento que se explica la terapia sustitutiva renal. El mejor tratamiento que se propone tanto a hombres como a mujeres es el trasplante renal de donante vivo (TRV) y, siempre que sea posible, el objetivo es conseguir un TR anticipado y evitar la entrada en programa de diálisis.

“A todo el mundo se le ofrece como primera opción, y aquí hay todavía mucho trabajo porque hay quienes ofrecen como primera opción la diálisis, pero la primera opción en cualquier paciente, antes de que sus riñones fracasen, es el trasplante”. (Participante 7, nefrólogo).

Las profesionales destacaron que la información sobre los tratamientos sustitutivos renales debe ser completa y objetiva. Se explican las ventajas y beneficios del TRV respecto las otras opciones de tratamiento, pero teniendo en cuenta no dirigir a la persona a que decida esta modalidad de tratamiento. Acompañar en las situaciones de toma de decisiones, pero sin coaccionar ni dirigir hacia el TRV como única opción, es una tarea importante que reportan las profesionales.

“Nosotros les explicamos cuales son las opciones terapéuticas mejores, pero en ningún caso forzamos a hacer este paso. Les orientamos a cuál es la mejor opción, pero siempre explicándoles que esta es una opción en la cual ellos tienen que estar absolutamente de acuerdo”. (Participante 7, nefrólogo).

“Se debe mostrar las bondades y las virtudes que puede tener este programa [de donante vivo] pero sin hacer presiones ni hacer una idealización de la situación porque cada uno lo pueda decidir con el máximo de libertad posible”. (Participante 12, psicóloga).

Las experiencias de las profesionales de nefrología indican que la atención individualizada unida a la intervención de varios profesionales ayuda a atender y a abordar de forma más sensible y profunda las dificultades del proceso de información y toma de decisión.

“Hay gente que no es que no quiera donar, sino que le da mucho respeto, y necesitan un acompañamiento para superar este miedo que le bloquea para poder continuar”. (Participante 10, nefrólogo).

“Entender realmente cuál es el grado de motivación que tiene el donante, para mí es la parte más complicada, porque no es fácil”. (Participante 10, nefrólogo).

La persona donante, en alguna ocasión, puede verse inmersa en una situación de cierta coacción o presión, tanto suya como de la familia, para dar el riñón, y son las profesionales de salud las que intervienen en proteger el donante.

“Hay gente que se puede ver forzada por la situación personal a tenerse que ofrecer, y puede tener muchas dudas, que a veces no los expresa de forma abierta por el impacto que puede generar en la persona enferma, y esto provoca mucho disconfort”. (Participante 7, nefrólogo).

“Es a base de pequeños detalles, segundas opiniones y estar a solas con el donante. En algunos casos he tenido que rescatar y sacarlo del circuito de la donación”.(Participante 10, nefrólogo).

Cada pareja de donante y receptor es única y, según las profesionales, es imprescindible que haya visitas individuales con la persona donante y la persona receptora por separado, de manera que se cree un espacio de intimidad y confidencialidad.

TEMA 2: Donación habitual
Las profesionales de nefrología que participaron en el estudio observaron que la donación de riñón se da dentro del núcleo familiar. La relación más habitual entre la persona donante y la receptora suele ser parejas, de padres a hijos y entre hermanos.

La enfermedad renal que necesita un tratamiento sustitutivo se da más en hombres, aunque la característica más significativa que reportan las profesionales de nefrología es que son las mujeres las que donan un riñón en mayor proporción.

“Hay más donación de esposa a marido que no viceversa, y de padres a hijos puede variar un poco pero siempre hay esta proporción [mayor] hacia el sexo femenino”. (Participante 7, nefrólogo).

A priori, el sexo biológico no es un factor que condiciona la elección del donante, sino que tiene más relevancia la compatibilidad, la edad y los factores de riesgo, entre otros.

“Para que haya trasplante tiene que pasar (...) que pueda haber compatibilidad entre esas personas”. (Participante 7, nefrólogo).

“Si hay varios hermanos se acostumbra a mirar si hay HLA idénticos. El sexo es independiente del HLA, por lo tanto, el donante puede ser hombre o mujer”. (Participante 10, nefrólogo).

“Intentamos que la edad [entre donante y receptor] sea similar”. (Participante 6, nefróloga).

“Generalmente las donaciones son en el mismo nivel de edad (que sería a la pareja y a los hermanos) o un nivel inferior (que serían hacia los hijos)”. (Participante 8, nefrólogo).

“En general los hombres están más enfermos, son más fumadores, se cuidan menos, hacen una dieta peor, son más hipertensos. Y esto hace que a veces sea más fácil encontrar una mujer que no fume, que se cuide y con el peso correcto”. (Participante 9, nefróloga).

“Habitualmente el que fuma es él, el que es hipertenso es él, una serie de cosas que habitualmente la mujer no las tiene”. (Participante 9, nefróloga).

Aunque, las profesionales de nefrología constatan que, en ocasiones, los hombres presentan más factores incompatibles con la donación, la donación de riñón es mayormente femenina.

“Las mujeres donan más. La explicación para defender a los hombres es que los hombres están más enfermos que las mujeres, pero esto lo desmontas cuando entran en juego los hijos, porque siguen siendo las madres que donan más que los padres”. (Participante 8, nefrólogo).

Sin aminorar los aspectos médicos que predisponen más a los hombres a recibir un riñón que a donarlo, la mayoría del personal que participó en el estudio afirma que existen aspectos más globales que ayudan a profundizar en este fenómeno.

“Hay una mayor tendencia de donación del sexo femenino respecto al sexo masculino, y esto lo interpretamos con el tipo de sociedad, de alguna manera patriarcal y probablemente machista, que todavía tenemos”. (Participante 7, nefrólogo)

TEMA 3: Predisposición para donar
Las profesionales de nefrología que participaron en el estudio constataron que son las mujeres las que se ofrecen más para la donación de riñón. Conforme a su experiencia, las mujeres están más predispuestas para donar, sobre todo, las madres y las esposas o las parejas.

“Me da la sensación de que hay diferencias en quien levanta la mano. Con los hijos, por ejemplo, la primera que levanta la mano es la mujer, o sea la madre”. (Participante 4, nefróloga).

“La predisposición a donar, siempre tiene que ser un ofrecimiento, yo creo que la mujer siempre está más predispuesta a ofrecer”. (Participante 5, enfermera).

“Raramente encontrarás un matrimonio en que sirvan los dos, los dos padres, y que el donante sea el padre. Generalmente, es la madre”. (Participante 8, nefrólogo).

Algunas de las explicaciones que comentan las personas entrevistadas son que hay factores familiares y sociales que facilitan que las mujeres se ofrezcan más en la donación de riñón.

Los roles familiares asignados por género entran en juego en la donación de riñón y el personal entrevistado lo constata en su relato y lo matiza como un aspecto generacional.

“Hay este rol familiar donde el padre asume la carga económica de la familia y la estabilidad, mientras que la madre se ha dedicado a cuidar la familia y los hijos. Estoy hablando de parejas mayores. Yo creo que esto en parejas jóvenes ya no es tan así”. (Participante 9, nefróloga).

Se recurre a los estereotipos sociales de género que asocian a las mujeres a la empatía, la generosidad, el cuidado y la protección como una de las explicaciones sobre la predisposición más alta de las mujeres hacia la donación de riñón. Es decir, características que tienen que ver con el mandado de género.

“La mujer es cuidadora. El papel de cuidadora no lo deja nunca, y cuando es donante, sigue cuidando. Esto se hace evidente, y creo que es por el hecho de ser mujer”. (Participante 5, enfermera).

“Las mujeres somos más altruistas, más maternalistas (…) esta sensación de donar y de entrega hace que den más que los hombres”. (Participante 13, enfermera).

Son estos atributos de género los que según las profesionales de nefrología las hacen proponer más rápidamente.

“Hombres que me hayan dicho: ‘yo le voy a donar el riñón’, he tenido muy pocos o ninguno. Pero mujeres que sin yo haber dicho nada sean ellas las que me han dicho: ‘yo le quiero dar el riñón’, he tenido varias. Quizá porque al ser más cuidadoras le dan vueltas a cómo podría estar mejor. Los hombres quizá piensan menos en eso”. (Participante 6, nefróloga).

El cuidado del otro, que recae socialmente más en la figura de la mujer, puede incluso leerse como responsabilidad y “normalizar” la donación.

“Mujeres que asumen el cuidado de sus maridos en la enfermedad, una parte de ellas, asumen que ellas forman parte de la solución”. (Participante 3, nefróloga).

Por otro lado, la situación laboral inestable y precaria puede influir en la donación. En este ámbito las mujeres, sobre todo las de más edad, se encuentran en una posición desigual respecto al hombre, y esto puede facilitar que sea la mujer la donante dentro del núcleo familiar.

“En gente de 50 o 60 muchas veces es el hombre que trabaja, o la mujer trabaja, pero menos horas, o tiene un sueldo menor. Todavía hay esta diferencia. Pues claro, si ella no trabaja y el marido tiene que coger la baja con riesgo que le echen del trabajo, pues, cuesta más”. (Participante 6, nefróloga).

“También vemos limitaciones económicas, o sea el padre trabaja y la madre está en casa. Por lo tanto, yo creo que hay términos económicos que definen quien es el mejor donante”. (Participante 9, nefróloga).

El hecho de la jubilación, podría ser una etapa en la cual se reduce esta diferencia, ya que el ámbito laboral ya no influye.

“Con la jubilación, los maridos ya tienen más tiempo para la donación”. (Participante 3, nefróloga).

TEMA 4: Actitud de la persona donante
Existen aspectos comunes y aspectos diferentes en la actitud de los hombres y las mujeres donantes, según la experiencia aportada por las profesionales de nefrología que las atiende.

En la toma de decisión para ser donante, no se perciben diferencias entre las personas donantes. Se trata de una decisión personal e interna. Las personas donantes se muestran convencidas durante todo el proceso de donación y repetirían la donación. Los motivos principales para dar un riñón que destacan las personas entrevistadas son el amor, el mejorar la vida del otro y el evitar la diálisis.

“El principal motivo es de ayuda y de entrega a la otra persona. La quiere y entiende que tiene una enfermedad, y cuando les explicas la diálisis…ven que con un trasplante le ayudaría a seguir una vida normal”. (Participante 13, enfermera).

Las profesionales de nefrología destacan también el impacto positivo que la donación de riñón tiene en el contexto familiar.

“Ven los beneficios que tendrá primero en el receptor, que es la persona enferma, pero sobre todo ven el beneficio que esto tiene en su entorno. Aunque recaiga de forma directa en el receptor es un beneficio que se extiende en el ecosistema en el cual viven”. (Participante 12, psicóloga).

En la mayoría de las ocasiones la persona donante, sea hombre o mujer, es conocedora del diagnóstico e incluso del pronóstico de la enfermedad. Es ella misma la que se ofrece con voluntad de donar.

“Siempre sale del donante. Y sale, normalmente, de manera rápida”. (Participante 1, enfermero).

Las profesionales entrevistadas destacan que las mujeres están más preparadas psicológicamente para afrontar el proceso de donación que los hombres. Varias narraciones afirman que las mujeres son más valientes y están más concienciadas.

“El miedo que tienen al proceso de la donación es inferior. El postoperatorio es muy diferente. Las mujeres se quejan menos después de estar operadas. Ves a la mujer esa decisión en levantarse al día siguiente e ir a ver al hijo, si está en otra habitación. Es diferente. Incluso ves que se levantan para ayudarlos a comer, si lo tienen al lado. El rol cuidador de las mujeres es muy marcado”. (Participante 8, nefrólogo).

Son las cargas sociales y familiares derivadas de los roles de género, que recaen en mayor proporción sobre las mujeres, las que influyen en que la mujer muestre una recuperación más rápida priorizando el bienestar familiar.

“En hombres es más sencillo. Las mujeres, desvincularse de toda la carga que tienen es prácticamente imposible. Es que no lo hacen”. (Participante 1, enfermero).

Por lo tanto, hay una actitud diferente entre hombres y mujeres donantes en el postoperatorio. Tanto en términos físicos como en la forma de recuperarse, se recuperan más rápido probablemente influidas por los roles de género asociados al cuidado y a la carga social y familiar.

Discusión

Este estudio proporciona información desde la perspectiva de género sobre las similitudes y las diferencias entre hombres y mujeres en el trasplante renal de vivo a partir de la visión de las profesionales de nefrología.

En acuerdo con la literatura de referencia1,3 las profesionales que participaron en el estudio consideraron que es el TRV, realizado de forma anticipada, la mejor estrategia de tratamiento para las personas enfermas renales. Así mismo, aconsejan que esta opción terapéutica se debe plantear antes de los estadios IV-V de la enfermedad renal. Un estudio27 realizado en 26 hospitales españoles constata que un proceso educativo prediálisis estructurado potencia la elección de este tipo de tratamiento.

Al contrario que en otros estudios8, las profesionales de nefrología entrevistadas destacan que informaron indistintamente tanto a hombres como a mujeres, sobre la opción de recibir o donar un riñón, tal y como se sugería en Jindal14.

La donación de riñón más habitual, que testimonia el personal participante, es la que se da dentro de la familia. Cabe mencionar que, coincidiendo con la literatura de referencia, son las mujeres las que donan más riñones14,15. Las explicaciones de las profesionales sobre la feminización en la donación de riñón son tanto médicas como socioculturales. Es en este último aspecto donde hace una aportación relevante nuestro estudio, vinculándolo con el mandado de género.

En muchas ocasiones, en las narrativas de las profesionales entrevistadas se desprende que las diferencias de género naturalizadas28 influyen en el trasplante de riñón. Las profesionales recurren a estereotipos socioculturales asociados a las mujeres (generosas, maternalistas, preparadas, etc.) para explicar porque son ellas las que donan más. La predisposición para donar de las mujeres, la preparación psicológica e incluso la forma en la que viven el postoperatorio están atravesados por los roles sociales asignados a las mujeres derivados del sistema binario sexo/género29. En un estudio, complementario al presente, realizado por las mismas autoras30 se aporta la visión de las donantes de riñón y se apunta que las mujeres que donaron un riñón a su marido no habían considerado el hecho de la donación de órganos con anterioridad, y fue el contexto de enfermedad de sus cónyuges y los roles de género que las influenciaron para proponerse como donantes.

La predisposición mayor de las mujeres a donar se ha atribuido a que ellas tienen mayor autosacrificio y sentido de la responsabilidad31. Nuestro estudio va en la línea de considerar que las expectativas de comportamientos asociados a los hombres y a las mujeres son una construcción social que se crea y se transmite a través de procesos de sociabilización32.

El trabajo del cuidar se destaca en las narrativas de las profesionales como determinante en todo el proceso de la donación, y se matiza como un aspecto generacional. En algunos estudios33, estos roles de género influyen en la atención médica que reciben las mujeres y los resultados en su salud. En nuestro estudio, las profesionales destacan la actitud y la recuperación más rápida de las mujeres en el postoperatorio. Recomendamos que se preste atención en este aspecto, ya que los roles y cargas familiares de las mujeres podrían provocar desigualdad en salud entre hombres y mujeres donantes.

Otro elemento que la mayoría de los informantes aporta es que el ámbito laboral influye en la decisión de las mujeres y de sus familias. Los indicadores de precariedad laboral nacionales, como la tasa de paro o la contratación temporal, aunque han mejorado, son más desfavorables para las mujeres34. Es este escenario el que facilita, también, que las mujeres se propongan como posibles donantes dentro de la familia. En esta línea, un estudio noruego22 apuntaba que las pérdidas económicas de la donación podían afectar hacia una menor donación masculina. Estudios del ámbito de las ciencias sociales aportan una explicación alternativa al altruismo, que durante años ha sido la base de la donación de órganos, y evidencian que la donación renal de las mujeres puede explicarse como forma de reproducción social18 o como fruto de presiones sociales (dependencia económica y cargas asistenciales)19.

Finalmente, el estudio muestra que una vez la persona se ofrece como donante y empieza el proceso de evaluación, el sexo no influye en la toma de decisión. Tal y como se constata en una revisión sistemática35, la decisión para donar es rápida y convencida para mejorar la vida de una persona amada y evitar su entrada en diálisis.

Nuestro estudio tiene algunas limitaciones a tener en cuenta. La metodología de estudio cualitativa no busca hacer generalizaciones o inferir relaciones causales, siendo su finalidad la de explorar y profundizar en las narrativas de las profesionales para comprender algunas diferencias de sexo y de género en la donación de riñón. Futuras investigaciones son necesarias para aclarar todos los factores que intervienen en la disparidad de género en el TRV, incluyendo, además, a otros colectivos de nefrología que atienden a las persones con enfermedad renal desde otras áreas asistenciales como son la hemodiálisis o la diálisis peritoneal.

Podemos concluir que las profesionales de nefrología entrevistadas tienen consciencia que los roles de género influyen en las experiencias, las actitudes y los comportamientos de las personas donantes de riñón.

Este estudio ayuda a profundizar en el proceso de trasplante renal de vivo desde la perspectiva de género e intenta buscar una explicación a las diferencias entre hombres y mujeres en la donación de riñón.

Por último, esta investigación puede ayudar a individualizar más la atención a las personas donantes durante todo el proceso de trasplante renal, sobre todo en el postoperatorio, que diferirá dependiendo si la persona donante es un hombre o una mujer.

Agradecimientos

Las autoras desean agradecer a las profesionales de nefrología y trasplante la predisposición para colaborar en este estudio en esos momentos tan difíciles para todas y todos.

Notas del Texto

Debido a la gran presencia de mujeres en el campo de la salud utilizaremos las como genérico y usaremos esta forma en la totalidad del texto.

Recepción: 15-06-21
Aceptación: 20-10-21
Publicación: 30-12-21

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